Imaginarios y cultura material en la Mendoza post- terremoto: el barrio de las ruinas
La Mendoza decimonónica sufrió el impacto del temblor de tierra que el 20 de marzo de 1861, hizo caer, en apenas algunos segundos, la ciudad toda.
La trascendencia de aquel acontecimiento quedó patente en los relatos, las crónicas, las ilustraciones y principalmente en el proceso de reconstrucción social y material de Mendoza, signado por el inminente traslado de la ciudad.
Analizaremos en este artículo, la forma en que las algunas de las "imágenes mentales" surgidas en torno esa catástrofe propiciaron el nacimiento del barrio de las ruinas, caracterización con la que se perdió la visión de la ciudad colonial como sumatoria de partes (al sur la plaza nueva, el solar del cabildo, el paseo de la alameda…) para adoptar la homogeneizante categoría de "ruina", "sitio peligroso y devastado", signo que une la imagen de esa porción de territorio a la de catástrofe y que más tarde sería utilizado por los gobernantes de turno para borrar toda referencia al pasado colonial y diseñar una ciudad que significara una transformación no sólo a nivel urbanístico, sino también social y cultural: la Ciudad Nueva en la hacienda de San Nicolás.
English Version - Imaginarios y cultura material en la Mendoza post- terremoto: el barrio de las ruinas
Summary: La Mendoza decimonónica sufrió el impacto del temblor de tierra que el 20 de marzo de 1861, hizo caer, en apenas algunos segundos, la ciudad toda.
La trascendencia de aquel acontecimiento quedó patente en los relatos, las crónicas, las ilustraciones y principalmente en el proceso de reconstrucción social y material de Mendoza, signado por el inminente traslado de la ciudad.
Analizaremos en este artículo, la forma en que las algunas de las "imágenes mentales" surgidas en torno esa catástrofe propiciaron el nacimiento del barrio de las ruinas, caracterización con la que se perdió la visión de la ciudad colonial como sumatoria de partes (al sur la plaza nueva, el solar del cabildo, el paseo de la alameda…) para adoptar la homogeneizante categoría de "ruina", "sitio peligroso y devastado", signo que une la imagen de esa porción de territorio a la de catástrofe y que más tarde sería utilizado por los gobernantes de turno para borrar toda referencia al pasado colonial y diseñar una ciudad que significara una transformación no sólo a nivel urbanístico, sino también social y cultural: la Ciudad Nueva en la hacienda de San Nicolás.