En las últimas décadas las modalidades de gestión urbana experimentaron cambios sustanciales. Esas transformaciones abarcaron, al menos, dos dimensiones mutuamente implicadas:
- - Las instancias de formulación y gestión de los planes urbanos
- - Las nuevas demandas de saberes e instrumentos provenientes de disciplinas históricamente alejadas de las cuestiones urbanas.
Los ´90 fueron años signados por la puesta en marcha de un amplio abanico de planes urbanos en ciudades de características muy diversas. Al mismo tiempo comenzó a difundirse intensivamente en los foros académicos los antecedentes históricos de la nueva metodología de planificación conocida como plan estratégico. Este proceso reedificó la capacidad de control de los procesos de urbanización por parte de los actores locales. La gestión de los 2 procesos urbanos tuvo a su disposición una caja de herramientas de gestión innovadoras y de probada eficacia en ámbitos empresariales y militares.
Las ciudades ya no volverían a ser aquellos territorios con límites geográficos y funcionalidades reales y simbólicas claramente definidos. Se tornaría cada vez mas difícil administrar la ciudad preservando las condiciones espaciales de acumulación y reproducción del excedente económico.
El sistema urbano, que hasta entonces se limitaba a acompañar el desarrollo de los espacios nacionales y regionales, recibiendo por derrame los beneficios y perjuicios de ese desarrollo, comenzaba a constituirse en enclave de las actividades productivas y de servicios sobre una nueva base tecnológica; en un factor generador de economías de escalas y externalidades para el conjunto de actores locales. Por otra parte la articulación con el tránsito internacional de flujos materiales e inmateriales y la conectividad fueron factores determinantes de la competitividad de y en la ciudad. La planificación estratégica se presentó como un conjunto de dispositivos operativos de una gran plasticidad frente a las nuevas demandas de la ciudad posfordista.
¿Cuál es la imagen de la ciudad contemporánea que organiza el pensamiento como meta o como realidad urbana modélica, donde la gestión estratégica urbana encontró un campo fértil para la experimentación?
En los ´90 se cerró un movimiento pendular en la historia de la gestión de los espacios urbanos: de un primer movimiento donde la centralidad de sus contenidos y sentido se elaboraban desde la hegemonía intelectual del saber técnico de los especialistas se pasó a un segundo movimiento donde la cualificación profesional es otro elemento constitutivo del actor local gobierno y que no posee una jerarquía que lo posiciona en condiciones de ejercer una influencia basada en el principio de autoridad.
En los ´90 se cerró un movimiento pendular en la historia de la gestión de los espacios urbanos: de un primer movimiento donde la centralidad de sus contenidos y sentido se elaboraban desde la hegemonía intelectual del saber técnico de los especialistas se pasó a un segundo movimiento donde la cualificación profesional es otro elemento constitutivo del actor local gobierno y que no posee una jerarquía que lo posiciona en condiciones de ejercer una influencia basada en el principio de autoridad.
El marketing de ciudades es una de los enfoques teóricos que vino a enriquecer el campo disciplinar orientado a las intervenciones urbanas. Desde el diseño de planes de marketing de ciudad se busca identificar y promocionar las ventajas comparativas de cada localidad. Planificar, posicionar y cuidar la imagen de la ciudad influirá directamente en el futuro, no solo de sus habitantes, sino en el de inversores y visitantes. El Marketing Urbano es la actividad que permite a la ciudad y a sus instituciones estar en contacto permanente con sus grupos objetivo (ciudadanos, visitantes, turistas, empresas), reconocer sus demandas y desarrollar productos correspondientes con esas demandas y generar un programa de información que comunique las metas de la ciudad.